La lactancia materna puede actuar como un factor de igualdad en la sociedad. Los esfuerzos para cerrar la brecha en las posibilidades que tienen las mujeres para amamantar a sus hijas e hijos son de trascendental importancia.
La leche humana es el mejor alimento que pueden recibir los niños y las niñas, en un momento del curso de vida en el que se establecen las bases epigenéticas para la salud y el desarrollo pleno de su potencial. Todos tienen el derecho de acceder a la leche materna.
Es esencial que nadie se quede atrás, especialmente las madres vulnerables que pueden necesitar apoyo adicional para reducir las desigualdades en la posibilidad de amamantar.
Cerrar la brecha para lograr la igualdad en la alimentación con leche materna involucra a los actores de las organizaciones de la sociedad civil, a los gobiernos, a los encargados de la formulación de políticas, a los sistemas de salud, a los lugares de trabajo, a las comunidades y a los padres.
La corresponsabilidad para lograr lactancia para todos los niños y las niñas es la vía para reducir las desigualdades en logro de la lactancia materna, especialmente los grupos vulnerables.