El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Humana consiste en un conjunto de recomendaciones dirigidas a regular la comercialización agresiva e indebida de los sucedáneos de la leche humana, los biberones y las tetinas, que compiten con la lactancia.
En 1981, la 34ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Humana como requisito mínimo para proteger y fomentar la alimentación adecuada de lactantes, niñas y niños pequeños.
El Código aboga por el amamantamiento de los y las lactantes y también, en caso de no ser posible la lactancia (enfermedad o fallecimiento de quien amamanta, separación del binomio en situaciones de emergencia, elección informada) por alimentarlos de forma segura con la mejor alternativa nutricional disponible.
Los sucedáneos de la leche humana no deben ser promovidos pero, cuando son necesarios, deben estar disponibles con información adecuada, y mediante métodos apropiados de comercialización y distribución.
La decisión de una persona a amamantar, debe estar basada en información imparcial y sin influencias comerciales.
El acceso libre a los sucedáneos de la leche humana y su promoción invasiva suele afectar negativamente tal decisión. Las afirmaciones exageradas acerca de las propiedades nutricionales de los sucedáneos alientan a las familias a gastar sus recursos en productos que no superan a la leche humana en los aportes a la nutrición, al crecimiento ni, a futuro, al desarrollo económico y social.
El Código es la expresión de la voluntad de los gobiernos de garantizar la protección y el fomento de una alimentación óptima para lactantes, niñas y niños pequeños.
