El equipamiento utilizado en el transporte debe cumplir una serie de características generales:
• Apropiado para el grupo etario y para los problemas de salud que habrá que manejar.
• Liviano, portátil, resistente y fácil de limpiar
• Debe ir bien sujeto en el vehículo de transporte para la seguridad del paciente y del equipo.
• Probado en condiciones de transporte (temperatura, altitud, vibración).
Es esencial contar con equipamientos que permitan:
- Monitoreo completo de la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura, la tensión arterial y la saturación de oxígeno.
- Cuidado de la termorregulación y la protección contra impactos
- Administración de líquidos glucosados (por vía enteral o parenteral) y de medición de la glucemia.
- Aspiración, para despejar la vía respiratoria y descomprimir el estómago, portátil.
- Administración de mezcla de oxígeno y aire. El uso de respirador requiere un equipo altamente especializado para su funcionamiento en condiciones de transporte.
- Disponibilidad de medicamentos requeridos en el transporte, que dependen de las patologías del paciente en traslado. En el transporte neonatal hay ciertos medicamentos, como las prostaglandinas y el surfactante, que requieren almacenamiento refrigerado. Aunque de uso infrecuente, al tratarse de medicamentos que salvan vidas está justificado el gasto de mantener sus existencias cuando es habitual el transporte de niños con cardiopatías congénitas o dificultad respiratoria. Los analgésicos, sedantes y otros medicamentos de dispensación controlada requieren medidas de seguridad y documentación específica. Se debe llevar un registro y un inventario y reponer todos los medicamentos, con reemplazo de los que hayan vencido. Las referencias sobre posología neonatal y las ayudas para calcular la dosis son útiles y mejoran la seguridad de la atención neonatal.