El cuidado madre canguro es una intervención que permite a la madre asumir un papel central en su propio cuidado y en el de su recién nacido, garantizando así que el protagonismo permanezca en la madre y que los trabajadores de la salud apoyen y respondan a las necesidades de la madre y del recién nacido.
Mediante el contacto piel a piel el riesgo de mortalidad se reduce en un 32% a las 40 semanas de edad posmenstrual o a los 28 días de edad postnatal.
La magnitud de la reducción de la mortalidad es similar para diferentes edades gestacionales (≤ 34 semanas y > 34 a 36 semanas), para categorías de peso al nacer (≤ 2000 g y > 2000 a < 2500 g) de lactantes con bajo peso al nacer y para entornos institucionales y comunitarios con una duración diaria del contacto piel a piel de al menos 8 horas diarias.