Las intervenciones nutricionales son importantes en el desarrollo de las niñas y los niños pequeños. Sin embargo, por sí solas no son suficientes. Deben estar acompañadas de cuidado receptivo en el marco de oportunidades para el aprendizaje temprano. Un ejemplo paradigmático de nutrición adecuada y cuidado receptivo es la alimentación con leche humana a libre demanda en las y los recién nacidos y lactantes. Los trabajadores de salud deben apoyar a quienes amamantan para la lactancia a demanda, acompañar el proceso de su instalación, fomentar el apego seguro y estimular la sensibilidad y la capacidad de respuesta con una atención que sea rápida, constante, contingente y adecuada ante las señales, pistas, comportamientos y necesidades del niño o niña. En el período posnatal, es posible optimizar la nutrición al brindar orientación sobre cómo establecer contacto visual, sonreír, hablar, cantar y aplicar masajes suaves al bebé, durante los períodos de alimentación y fuera de ellos. Es muy importante apoyar el cuidado sensible en conjunto con la nutrición óptima de los y las recién nacidas, lactantes, niñas y niños pequeños.