Las demoras en el sistema de traslado neonatal pueden tener repercusión en la mortalidad.
El modelo de las “tres demoras” (Thaddeus y Maine, 1994) describe un marco conceptual para los factores y las fases de demora que influyen en el acceso oportuno a la atención especializada en urgencias. El modelo permite analizar la demora en los procesos en cada instancia del transporte neonatal.
En la mayoría de los casos, el transporte neonatal se efectúa desde un centro de primer nivel asistencial hacia un centro de referencia; pero puede ocurrir también desde la comunidad, desde un centro asistencial o dentro de un mismo centro.
En neonatología, estas demoras cruciales constituyen uno de los principales factores contribuyentes a la mortalidad neonatal, e incluyen:
I) demoras en la decisión de solicitar atención médica (puede ser por diversas razones como factores socioeconómicos y culturales).
II) demoras en llegar a un centro asistencial apropiado
III) demoras en recibir atención adecuada una vez que el recién nacido ha llegado a un centro médico adecuado, debido a carencias de personal, de equipamiento o de gestión del centro
Los problemas involucrados en la fase II abarcan la capacidad de llegar a un centro adecuado y el tiempo invertido en ello, así como la morbilidad y mortalidad asociadas. Estas demoras son más frecuentes y a menudo graves en los países en desarrollo, sobre todo en zonas rurales, donde escasean los servicios de especialidades médicas, los profesionales de la salud capacitados y los medios de transporte.
La fase III guarda relación con las demoras o problemas en la calidad asistencial de los recién nacidos ya transportados, una vez que están en el centro médico. Las cuestiones relativas a la fase III son la morbilidad asociada a la falta de comunicación antes de llegar al centro médico o en el momento de la llegada y la morbilidad asociada al transporte de los recién nacidos dentro del propio centro para efectuar procedimientos diagnósticos o quirúrgicos.
