La importancia de la aplicación de la vacuna contra el virus de la hepatitis B (VHB) en las primeras 24 horas de vida de todos los recién nacidos, radica en que es la mejor manera de prevenir la transmisión de madre a hijo y de disminuir la hepatitis.
La hepatitis B es una infección vírica que afecta el hígado y puede causar enfermedad tanto aguda como crónica. El VHB es altamente infeccioso, permanece viable en superficies por siete días o más, y puede transmitirse en ausencia de sangre visible. Es una de las primeras causas de mortalidad por enfermedades infecciosas en todo el mundo, con unos cuatro millones de casos nuevos y 780.000 muertes cada año.
A nivel mundial, las dos terceras partes de las muertes relacionadas con el VHB se deben a infecciones contraídas en el período perinatal y la primera infancia, lo cual pone de manifiesto la importancia de la inmunización infantil de rutina, con administración de la primera dosis luego del nacimiento a todos los recién nacidos, como piedra angular para la prevención de su transmisión.
El riesgo de transmisión perinatal de la madre con hepatitis B a su hijo, de hasta un 90%, ocurre por exposición a la sangre y el líquido cervical durante el parto. La mayoría de estos bebés presentará una infección crónica, con un riesgo del 25% de muerte prematura por insuficiencia hepática o cirrosis. La probabilidad de cronicidad de la infección depende de la edad a la que la persona se infecte (80–90% de los lactantes infectados durante el primer año de vida y 30–50% de los niños infectados antes de los 6 años).
La vacuna contra la hepatitis B ofrece una protección del 95-100% contra la infección, cuya prevención evita el desarrollo de complicaciones, como enfermedades crónicas y cáncer de hígado.
En los casos en que sea factible, el Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) recomienda administrar, en las primeras 24 horas de vida de los recién nacidos hijos madres con serología positiva para VHB, tanto la vacuna como el concentrado de inmunoglobulinas antihepatíticas B. La dosis neonatal de la vacuna debe ir seguida de otras dos o tres dosis durante la lactancia para completar la serie primaria.
Acabar con la transmisión perinatal de la infección por el VHB se considera un hito en la senda hacia la eliminación de la hepatitis B.
