Salud

Desde 2011, el 17 de noviembre se reconoce como el Día mundial de la Prematuridad con el fin de dar visibilidad a esta problemática, concientizar sobre las necesidades y derechos de bebés prematuros y de sus familias, sensibilizar a los responsables de la toma de decisión, a los equipos de salud y a toda sociedad acerca de la importancia de la experiencia y el cuidado de calidad, para avanzar en políticas que garanticen el pleno derecho tanto de los bebés como de las familias.

Para establecer la lactancia cuando se produce un nacimiento extremadamente prematuro, es importante:

1) Extraer manualmente el calostro, dentro de las tres primeras horas luego del nacimiento, lo que inicia el proceso de producción de leche y tiene varios beneficios:

- Vaciar la glándula mamaria que, junto a la acción de las hormonas del trabajo de parto y el parto, son un potente estímulo para iniciar la producción de leche.

La leche humana (LH) es el mejor alimento para los recién nacidos, incluso si son pequeños, prematuros o enfermos.

La lactancia mejora la sobrevida, la salud y el desarrollo de los niños y las niñas.

Se asocia a mejores resultados del neurodesarrollo y a menos obesidad, hipertensión e insulinoresistencia en la adolescencia, entre otros muchos beneficios.

En aquellos de bajo peso al nacer, es importante la dosis de leche, el momento en el que la reciben, y que sea, idealmente, de su propia madre.

La aplicación diaria de clorhexidina en el muñón del cordón umbilical en la primera semana postnatal es una recomendación que depende del contexto en el que ocurren los nacimientos. La recomendación se basa en estudios realizados entre los años 2000 y 2010 en Asia y África, con proporciones elevadas de partos en el hogar y de lactantes de peso bajo al nacer y alta mortalidad neonatal. En esos estudios:

Con respecto a la administración de la alimentación de los recién nacidos prematuros en las áreas de cuidados intensivos, la política escrita de lactancia debe explicitar aspectos relacionados a la:

Si el estado clínico de las personas recién nacidas es favorable, el contacto piel a piel debe ser iniciado inmediatamente luego del nacimiento.

Es necesario el control de los parámetros vitales del binomio para monitorear su bienestar durante la práctica. El acompañante, familiar, doula o un integrante del equipo de salud debe controlar el estado de vigilia de la persona puérpera, para brindar seguridad a las personas recién nacidas durante este período vulnerable.

Las intervenciones destinadas a apoyar el cuidado receptivo durante el período posnatal deben centrarse en promover interacciones positivas y en fortalecer la relación entre los cuidadores y su bebé.

Los trabajadores de salud deben facilitar que las madres, los padres y otras personas que brindan cuidados constantes al bebé sean conscientes, receptivos y respondan adecuadamente a las necesidades, señales, pistas, comportamientos, y deseos del niño o la niña.

Es recomendable realizar un tamizaje auditivo universal en recién nacidos (TAURN) con emisiones otoacústicas (EOA) o prueba de potenciales evocados auditivos del tronco cerebral automatizados (PEATC-A) para la detección temprana de la pérdida auditiva bilateral permanente (PABP).

El TAURN debe ir acompañado de servicios de diagnóstico y tratamiento para los/as bebés en los que se detecte pérdida auditiva.

La lactancia materna puede actuar como un factor de igualdad en la sociedad. Los esfuerzos para cerrar la brecha en las posibilidades que tienen las mujeres para amamantar a sus hijas e hijos son de trascendental importancia.

La leche humana es el mejor alimento que pueden recibir los niños y las niñas, en un momento del curso de vida en el que se establecen las bases epigenéticas para la salud y el desarrollo pleno de su potencial. Todos tienen el derecho de acceder a la leche materna.

En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, valoremos a las madres lactantes y velemos por que reciban el apoyo que necesitan.

Hay muchas formas de prestar apoyo a la lactancia materna y de proteger así la salud y los derechos de las madres y sus bebés. Por ejemplo, permitir amamantar en los restaurantes, ofrecer asesoramiento a las madres en los establecimientos de salud y proteger la maternidad mediante políticas públicas.