El lema "Comienzos saludables, futuros esperanzadores" en la Semana Internacional de la Lactancia en el año 2025 busca impulsar el reconocimiento de la lactancia como una base sólida para la salud, el desarrollo y la equidad a lo largo de la vida.
Para que la lactancia materna sea una realidad posible para todas las personas recién nacidas, las mujeres y los bebés necesitan un apoyo constante del sistema de atención de la salud que brinde acceso al acompañamiento y a la información para sostenerla todo el tiempo que deseen.
La inversión de esfuerzos y recursos para lograrla reporta beneficios para la madre, para su bebé y para toda la sociedad:
· proporciona a los niños un comienzo saludable
· impulsa el desarrollo cognitivo
· mejora el bienestar físico y emocional de las madres
· fortalece el vínculo temprano
· reduce los costos de atención médica
· fortalece las economías
· minimiza el impacto ambiental: es un alimento natural y renovable, ambientalmente seguro, no contaminante y que no deja residuos
Debido a sus beneficios, la lactancia materna incide en la construcción de capital humano y convierte a la lactancia en una práctica clave para el desarrollo sostenible.
Ningún otro comportamiento de salud tiene un impacto tan amplio y duradero en la salud pública.
Es importante acompañar su inicio y su sostén desde el inicio, en el sistema de salud, en el hogar, en los ámbitos de trabajo y en los ámbitos públicos, con políticas que la promuevan y protejan.
