El contacto piel con piel precoz y la lactancia temprana son dos intervenciones estrechamente vinculadas que deben llevarse a cabo inmediatamente después del nacimiento.
El contacto piel a piel inmediato y prolongado facilita la lactancia, enriquece el microbioma de las personas recién nacidas, previene la hipotermia y la hipoglucemia, y estabiliza la función respiratoria.
En las áreas de internación neonatal, el ingreso irrestricto de las madres y los padres facilita el contacto estrecho con sus hijos/as recién nacidos/as, el establecimiento del vínculo de apego y la provisión de los cuidados de los que serán los principales responsables luego del egreso institucional.
Ante un nacimiento prematuro, iniciar y sostener la producción láctea en quien amamanta, es un verdadero desafío.
Es importante establecer algunas acciones:
- En el área en el que se produjo el nacimiento:
•Contacto piel a piel inmediato, directo y continuo, siempre que sea clínicamente posible.
•Extracción de calostro para administrarlo en la orofarínge de la persona recién nacida.
El primer baño de una persona recién nacida sana y a término no debe realizarse hasta transcurridas al menos 24 horas después de su nacimiento.
El baño puede ser un procedimiento estresante para un/a recién nacido/a. Un baño temprano puede desencadenar hipotermia y sus consecuencias asociadas: hipoglucemia, hipoxia y hemorragia pulmonar.
No hay evidencia que respalde la necesidad de un primer baño temprano después del nacimiento.
La hipotermia neonatal es una afección frecuente que afecta entre el 32% y el 85% de los recién nacidos en el hospital.
El equipamiento utilizado en el transporte debe cumplir una serie de características generales:
• Apropiado para el grupo etario y para los problemas de salud que habrá que manejar.
• Liviano, portátil, resistente y fácil de limpiar
• Debe ir bien sujeto en el vehículo de transporte para la seguridad del paciente y del equipo.
• Probado en condiciones de transporte (temperatura, altitud, vibración).
Es esencial contar con equipamientos que permitan:
Antes de organizar un sistema de transporte neonatal, es preciso hacer una correcta planificación y coordinación a nivel nacional y regional para alinear las metas y objetivos de transporte con los del sistema de salud en su conjunto.
El proceso de planificación incluye:
• Alineación de los objetivos que buscan mejorar los resultados en el sistema de salud y los casos prioritarios (y casos excluidos) para el transporte.
• Estimación de la demanda de atención por cada problema de salud seleccionado y por región (necesidades satisfechas e insatisfechas).
La regionalización plantea el desafío de definir dónde invertir los recursos: en cuidados intensivos, en el transporte o en la prevención y la atención primaria.
Las demoras en el sistema de traslado neonatal pueden tener repercusión en la mortalidad.
El modelo de las “tres demoras” (Thaddeus y Maine, 1994) describe un marco conceptual para los factores y las fases de demora que influyen en el acceso oportuno a la atención especializada en urgencias. El modelo permite analizar la demora en los procesos en cada instancia del transporte neonatal.
Trasladar de forma segura a los recién nacidos enfermos a establecimientos de salud con el nivel de complejidad que su patología requiere, posibilita reducir la morbilidad y la mortalidad neonatal. Reducirlas es fundamental para alcanzar las metas mundiales de supervivencia infantil en los próximos decenios. Los esfuerzos para prevenir las principales causas de mortalidad neonatal deben complementarse con el desarrollo de sistemas para atender a los recién nacidos enfermos; entre ellos, el transporte neonatal seguro.
El Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Humana y las resoluciones pertinentes de la Asamblea Mundial de la Salud son importantes en todas las situaciones para proteger a las y los lactantes y a sus cuidadores de las prácticas indebidas de comercialización de sucedáneos de la leche humana.
El Código prohíbe la publicidad y otras formas de promoción de las preparaciones para lactantes y de otros sucedáneos de la leche humana, como los biberones y las tetinas.