La importancia del contacto piel a piel durante la primera hora postnatal en la lactancia
El contacto piel a piel precoz, sin interrupciones, en el momento inmediato posterior al nacimiento, favorece el inicio y el sostén posterior de la lactancia.
El contacto piel a piel precoz, sin interrupciones, en el momento inmediato posterior al nacimiento, favorece el inicio y el sostén posterior de la lactancia.
El baño debe retrasarse hasta después de 24 horas del nacimiento. Si esto no es posible debido a razones culturales, el baño debe retrasarse al menos 6 horas.
La ropa del bebé debe ser adecuada a la temperatura ambiente. Se recomiendan 1 a 2 capas más de ropa que los adultos y un gorro.
La madre y el bebé no deben separarse; deben permanecer juntos, en la misma habitación, las 24 horas del día.
Inmediatamente luego del nacimiento, se recomienda el secado del bebé y corroborar si respira o llora. Cuando los recién nacidos no respiran o no lloran espontáneamente después de un secado completo, deben ser estimulados frotando la espalda 2 a 3 veces antes de ligar el cordón. La maniobra de secado debe ser suave, en el dorso, con una compresa limpia y seca.
Si luego de frotar 2 a 3 veces la espalda el bebé no respira o no llora, se recomienda la ligadura del cordón umbilical para iniciar la ventilación con presión positiva, dentro del primer minuto postnatal.
Inmediatamente luego del nacimiento, se recomienda el secado del bebé con una compresa limpia y seca, corroborar que respira o llora y colocarlo sobre la piel del abdomen de la persona puérpera, mientras se aguarda para la ligadura demorada del cordón umbilical.
Cuando los recién nacidos respiran espontáneamente, no se recomienda la aspiración de rutina de boca y nariz, excepto que se observen secreciones. Aún si el líquido amniótico está teñido de meconio, si el bebé respira o llora espontáneamente, no se recomienda la aspiración de boca y nariz, ni la aspiración traqueal.