La internación de personas recién nacidas prematuras, pequeñas y/o enfermas presenta múltiples desafíos para la lactancia. Algunos de estos son:
- Ambiente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI): Suele ser ruidoso, luminoso, intimidante y sin privacidad. Las múltiples conexiones a dispositivos necesarios para el sostén vital del bebé dificultan la posibilidad de sostenerlo en los brazos. Algunos medios tienen escasa disponibilidad de equipamientos y de profesionales; otros tienen políticas restrictivas para la participación de la madre y el padre en los cuidados de sus hijos e hijas. En los integrantes del equipo de salud, los conocimientos inadecuados, la falta de habilidades, la resistencia al cambio, y la intensa carga laboral constituyen barreras para la lactancia en la estadía en la UCI.
- Condiciones maternas: Con frecuencia, las madres atraviesan condiciones clínicas de gravedad luego del parto prematuro y suelen sentir la pérdida de su rol como cuidadora principal de su bebé, que para sobrevivir requiere los cuidados de personas desconocidas y depende de dispositivos tecnológicos. El estrés materno puede retrasar la lactogénesis II (inicio de la secreción de leche), que, junto a la dificultad para amamantar, puede afectar el volumen de leche.
- Condiciones de las personas recién nacidas: El tamaño pequeño de su boca con respecto al pezón del pecho de la madre, la falta de habilidad oro-motora y la incoordinación de la succión-deglución-respiración pueden imposibilitar la lactancia precoz y desalentar a la madre.
- Barreras económicas: Pueden generar dificultades para lograr la provisión de leche de la propia madre (costo de las bombas extractoras y complementos para extracción de leche y su almacenamiento, costos de traslado, estadía y consumo de alimentos para permanecer en cercanía a su hijo o hija).
- Cuidado de otros hijos e hijas en el hogar: Genera estrés adicional en las familias.
La política institucional escrita para la lactancia exitosa en personas prematuras, pequeñas y/o enfermas debe contemplar cómo afrontar todos estos aspectos.
El ingreso irrestricto de madres y padres a la unidades de internación es una política de gestión que facilita superar estos desafíos en favor de la lactancia para las niñas y los niños prematuros, pequeños y/o enfermos.
