Las intervenciones destinadas a apoyar el cuidado receptivo durante el período posnatal deben centrarse en promover interacciones positivas y en fortalecer la relación entre los cuidadores y su bebé.
Los trabajadores de salud deben facilitar que las madres, los padres y otras personas que brindan cuidados constantes al bebé sean conscientes, receptivos y respondan adecuadamente a las necesidades, señales, pistas, comportamientos, y deseos del niño o la niña.
Es importante estimular en los cuidadores el desarrollo de destrezas en los contextos del juego, la comunicación y la alimentación, tal como la lactancia a libre demanda.
El cuidado receptivo implica una actitud anticipatoria acerca de la seguridad, la educación, el desarrollo y el establecimiento de una relación de cuidado y comprensión del propio hijo o hija.
La lactancia es un cuidado receptivo en el que la anticipación es posible al atender las señales que el bebé emite antes de la demanda del alimento.
Todas las y los lactantes, niños y niñas deben recibir cuidados sensibles, especialmente entre los 0 y los 3 años.