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En los servicios de salud se debe prohibir por completo cualquier tipo de promoción de los sucedáneos de la leche humana y otros como los biberones y las tetinas, tal como lo establecen el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Humana y las posteriores resoluciones pertinentes de la Asamblea Mundial de la Salud. Además, no se permite realizar, en ningún centro del sistema de salud, donaciones gratuitas o subvencionadas de sucedáneos de la leche humana u otros productos, ni entregar obsequios o muestras a los agentes de salud.

El Código Internacional de Comercialización de sucedáneos de la leche humana establece disposiciones detalladas sobre las cuestiones siguientes:

1. Información y educación sobre la alimentación infantil.

2. Promoción de sucedáneos de la leche humana y los productos afines al público en general y a las madres, a los agentes de salud y en los establecimientos sanitarios.

3. Etiquetado y calidad de los sucedáneos de la leche humana y los productos afines

4. Aplicación y vigilancia del Código.

La definición de la palabra “sucedáneo” implica algo que tiene propiedades parecidas a las de otra y puede sustituirla con un grado menor de calidad, o una imitación de menor calidad que el original.

Un sucedáneo de la leche humana es todo alimento comercializado presentado como sustitutivo parcial o total de la leche materna, y los elementos para su administración, sean o no adecuados para ese fin.

El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Humana consiste en un conjunto de recomendaciones dirigidas a regular la comercialización agresiva e indebida de los sucedáneos de la leche humana, los biberones y las tetinas, que compiten con la lactancia.

La carga de mortalidad asociada a los defectos congénitos (DC) es relevante a nivel mundial y regional. En 2016 la prevalencia mundial de DC alcanzó 82.890.000 casos. De las defunciones durante los primeros 28 días de vida, 1 de cada 5 se debe a DC. A la mortalidad neonatal por DC se suma su contribución en la mortalidad fetal.

Los defectos congénitos (DC) son la segunda causa de mortalidad neonatal y una muy importante de enfermedad y discapacidad.
En América Latina y el Caribe, nacen más de 15 millones de niños por año. Aproximadamente 15 de cada 1.000 estarán expuestos a morir antes de cumplir 1 año y 10 de cada 1.000 antes del mes de vida, según las estimaciones publicadas en 2018.
De las defunciones durante los primeros 28 días de vida, aproximadamente 1 de cada 5 se debe a DC.

En cuanto a la vacunación de las gestantes, desde las primeras consultas en el control prenatal las claves son:
Educación. Transmitir información de calidad puede modificar una de las principales barreras para la vacunación: el desconocimiento acerca de la susceptibilidad a enfermedades prevenibles con las vacunas, de la morbilidad que causan esas enfermedades, y de los riesgos y los beneficios de las vacunas.

Existe evidencia acerca de aspectos que influyen en la aceptación de la población a las vacunas. Estos deben ser considerados estratégicamente por los integrantes del equipo de salud y por quienes gestionan los recursos para las campañas de vacunación.
Esos aspectos son:
Confianza: En la eficacia y la seguridad de las vacunas y en el sistema que las aplica.

Son varias las vacunas que pueden administrarse de forma segura durante la gestación.

Contar con una política de lactancia escrita permite: