Trasladar de forma segura a los recién nacidos enfermos a establecimientos de salud con el nivel de complejidad que su patología requiere, posibilita reducir la morbilidad y la mortalidad neonatal. Reducirlas es fundamental para alcanzar las metas mundiales de supervivencia infantil en los próximos decenios. Los esfuerzos para prevenir las principales causas de mortalidad neonatal deben complementarse con el desarrollo de sistemas para atender a los recién nacidos enfermos; entre ellos, el transporte neonatal seguro.
La mortalidad neonatal representa más del 40% de las muertes en menores de 5 años a nivel mundial. Las principales causas son prematuridad, asfixia, infecciones graves y anomalías congénitas. En los países en desarrollo, muchos nacimientos ocurren en zonas rurales, a menudo en el domicilio. Las unidades especializadas de neonatología suelen ser pocas, los medios de transporte limitados y las vías de transporte difíciles y lentas.
Para brindar a los recién nacidos durante el primer mes de vida acceso equitativo y generalizado a la atención sanitaria de alta calidad es necesario establecer servicios de transporte neonatal. El desenlace de los recién nacidos transportados puede mejorar fácilmente centrando la atención en las cuestiones de estabilidad fisiológica básica. La capacitación específica en evaluación y manejo de los pacientes puede mejorar los resultados, pero debe ir acompañada de los cambios requeridos en los sistemas (regionalización), incluidos equipamiento, normas y supervisión adecuados.
