El primer baño de una persona recién nacida sana y a término no debe realizarse hasta transcurridas al menos 24 horas después de su nacimiento.
El baño puede ser un procedimiento estresante para un/a recién nacido/a. Un baño temprano puede desencadenar hipotermia y sus consecuencias asociadas: hipoglucemia, hipoxia y hemorragia pulmonar.
No hay evidencia que respalde la necesidad de un primer baño temprano después del nacimiento.
La hipotermia neonatal es una afección frecuente que afecta entre el 32% y el 85% de los recién nacidos en el hospital.
Se deben tomar todas las medidas posibles para reducir al mínimo la pérdida de calor durante el baño, como mantener un ambiente térmico neutro, secado inmediato, ropa para el/la bebé adecuada a la temperatura ambiente (esto significa una o dos capas de ropa más que los adultos y el uso de gorras o capuchas), y permitir que la madre y su hijo o hija permanezcan juntos/as en todo momento.
Una política de baño tardío puede significar que el primer baño de algunos/as bebés se realice después del alta; por lo tanto, en la mayoría de los casos, es probable que la principal persona encargada del baño sea la madre, los padres o un miembro de la familia. Es posible que se requiera un tiempo adicional antes del alta para proporcionar información y apoyo a los a las familias sobre el primer baño y las prácticas del baño en el hogar.
Retrasar el momento del primer baño neonatal es una intervención simple y sin implicaciones adicionales de costos continuados para los centros de salud o las familias.