Cada año, se estima que alrededor de 1 de cada 10 bebés nace prematuro, lo que equivale a alrededor de 1,2 millones de niños y niñas en la región de las Américas.
La prematuridad, definida como el nacimiento que se produce antes de que se completen las 37 semanas de gestación, representa una de las principales causas de mortalidad neonatal, morbilidad y discapacidad.
Según el grado máxima de evidencia disponible, la Guía de Práctica Clínica de la Organización Panamericana de la Salud recomienda que el primer examen para el tamizaje de ROP se realice de acuerdo a un esquema que considere edad gestacional y tiempo de primera tamización para ROP. En todos los casos, los recién nacidos con riesgo de ROP deberán tener al menos un tamizaje de ROP antes de ser dados de alta de la unidad neonatal.
Dados sus factores de riesgo social y biológico, los recién nacidos prematuros, pequeños o enfermos deben reunir ciertos criterios para su egreso hospitalario seguro.
Cuando el parto prematuro es inevitable las intervenciones más beneficiosas son aquellas que pueden aumentar las posibilidades de supervivencia y mejorar los resultados en la salud de los bebés prematuros.
La retinopatía del prematuro (ROP) es la principal causa de ceguera prevenible en la niñez. El manejo ROP es una política prioritaria para reducir su prevalencia y para promover la salud visual.
Desde 2011, el 17 de noviembre se reconoce como el Día mundial de la Prematuridad con el fin de dar visibilidad a esta problemática, concientizar sobre las necesidades y derechos de bebés prematuros y de sus familias, sensibilizar a los responsables de la toma de decisión, a los equipos de salud y a toda sociedad acerca de la importancia de la experiencia y el cuidado de calidad, para avanzar en políticas que garanticen el pleno derecho tanto de los bebés como de las familias.
Para establecer la lactancia cuando se produce un nacimiento extremadamente prematuro, es importante:
1) Extraer manualmente el calostro, dentro de las tres primeras horas luego del nacimiento, lo que inicia el proceso de producción de leche y tiene varios beneficios:
- Vaciar la glándula mamaria que, junto a la acción de las hormonas del trabajo de parto y el parto, son un potente estímulo para iniciar la producción de leche.
La leche humana (LH) es el mejor alimento para los recién nacidos, incluso si son pequeños, prematuros o enfermos.
La lactancia mejora la sobrevida, la salud y el desarrollo de los niños y las niñas.
Se asocia a mejores resultados del neurodesarrollo y a menos obesidad, hipertensión e insulinoresistencia en la adolescencia, entre otros muchos beneficios.
En aquellos de bajo peso al nacer, es importante la dosis de leche, el momento en el que la reciben, y que sea, idealmente, de su propia madre.
Con respecto a la administración de la alimentación de los recién nacidos prematuros en las áreas de cuidados intensivos, la política escrita de lactancia debe explicitar aspectos relacionados a la:
Si el estado clínico de las personas recién nacidas es favorable, el contacto piel a piel debe ser iniciado inmediatamente luego del nacimiento.
Es necesario el control de los parámetros vitales del binomio para monitorear su bienestar durante la práctica. El acompañante, familiar, doula o un integrante del equipo de salud debe controlar el estado de vigilia de la persona puérpera, para brindar seguridad a las personas recién nacidas durante este período vulnerable.